Testimonio de Iria, María, Laura y Alberto

En este musical, no solo actuamos, también somos como una gran familia: disfrutamos y aprendemos mucho unos de otros. Durante todos estos días que hemos compartido, nos hemos dado cuenta de la gran amistad que nos une gracias al musical y a Jesús. Del musical nos llevamos buenos momentos y grandes amigos.

Estamos deseando que empiece la próxima gira par estar todos juntos haciendo lo que más nos gusta, y es que descubrimos que Jesús estará siempre en nuestros corazones y en los de la gente que nos apoya y vive el musical con nosotros.

¡¡Confiaremos siempre en el Señor!!

Iría, María, Laura y Alberto


Testimonio de Alejandro Luna

He tenido la suerte de haber orado el musical unas seis veces. No es un error del procesador de textos, ni un despiste. Es justamente eso lo que he sentido cada vez que he asistido a una representación. Que no es un espectáculo, sino una auténtica oración colectiva. A través de cada canción consiguen tomar nuestros corazones, unirlos y elevarlos en alas de cada nota, de cada letra, de cada sonrisa y de cada lágrima. Es la vida misma, en toda su complejidad. Y es Evangelio viviente y, como tal, conocido por todos, pero siempre nuevo. 

Para mí el musical siempre es una experiencia de oración profunda en la que nunca me siento solo, sino en auténtica comunión. Algo que no puede explicarse, sólo sentirse, y por eso precisamente es tan mágico y tan único. Porque entras allí como si fuera la primera vez y nunca te esperas lo que sucederá: de forma sutil, pero intensa, los intérpretes que actúan se unen al público en silencio, y degustamos juntos la plenitud de la Eucaristía, la amargura de Getsemaní, el dolor de cada latigazo, el “fracaso” mundano de la Cruz, el triunfo glorioso en la Cruz y, por supuesto, el amanecer de la Humanidad que triunfa en la Resurrección de Cristo, que es la promesa de vida que nos regala el Padre bueno. 

La mejor prueba de que el musical es oración y Evangelio es que cuando termina el corazón está lleno, la emoción a flor de piel y no puedes evitar salir, contarlo, compartirlo y repetirlo una y otra vez mentalmente porque, como la buena oración, ocurre en un momento… pero proporciona un deleite que se degusta poco a poco, hasta la próxima vez.

Alejandro Luna Campuzano

Testimonio de Mari Carmen Verdú

Hola a todos. Quería compartir con todos vosotros mi experiencia en el musical. Yo he empezado este año con este magnífico grupo de lo que me siento muy orgullosa porque gracias a ellos he aprendido a vivir un tiempo de Cuaresma que hace mucho tiempo que no vivía. El participar en este musical me ha ayudado mucho en mi día a día, me ha ayudado a reflexionar sobre mi vida y a poder resolver ciertas situaciones difíciles con reflexión y satisfacción, de lo que me siento muy orgullosa.


Mi misión en el musical era ocuparme de los más pequeños. No sé cómo describir los momentos tan bonitos que me han hecho vivir estos pequeñajos, no se pueden ni imaginar lo que me han ayudado. Me han sacado unas sonrisas inmensas y me han levantado el ánimo en momentos muy difíciles en mi vida y lo mejor es que ellos ni se dan cuentan de lo que llegan a ayudar a las personas siendo tan pequeñitos. La confianza que te dan y sobre todo ese cariño, porque a mí no me conocían y lo rápido que me aceptaron en sus vidas, ha sido maravilloso.


También quiero compartir la emoción tan grande que viví en mi primer musical, cuando justo antes de empezar nos reunimos todos en el escenario para rezar, ponernos en presencia de Dios y pedir por mucha gente necesitada, para mí fue inmenso y muy emocionante.


También hemos vivido momentos desagradables y me emocionó ver como todos juntos y con tanto cariño nos hemos apoyado los unos con los otros.


Tengo que decir que para ser la nueva del musical, no me he sentido así en ningún momento. Me siento muy orgullosa de que el Señor me haya puesto en vuestro camino y espero no salir de este camino nunca.


Me enorgullece cuando al terminar cada musical la gente me dice que somos muy grandes y que lo que transmitimos, eso no tiene nombre. Yo si le voy a poner nombre y es Dios que está en nuestras vidas y nos ha elegido para hacer llegar un mensaje y me siento muy orgullosa de que todo el grupo del musical seamos capaces de hacérselo llegar a todo el mundo.

Muchas gracias a todos y os quiero un montón.

Mari Carmen Verdú

Testimonio de Jonathan Méndez

En la noche del sábado 12 de marzo, durante el musical, reviví momentos que fueron realmente muy duros en mi vida, cuando en 2004 me diagnosticaron un seminoma que pocos meses después ya era un linfoma y que me dejó postrado en el lecho del dolor muchas veces al sufrir varias recaídas hasta 2013, año en que me mejoré, hasta el punto que puedo decir que estoy bien, sin requerir tratamiento en la actualidad.


Esto no fue todo, durante mi enfermedad tuve que sobreponerme a la breve enfermedad de mi novia y su muerte, también por un cáncer terminal que nos la arrebató en veinte días.


Siempre he estado vinculado a mi parroquia como catequista, cofrade... mi fe ha sido lo más importante y el pilar que me ha sostenido en los peores momentos. Aún hoy tengo momentos de dificultad que trato de sobrellevar abandonándome en manos de Dios y de la Santísima Virgen.


El musical me encantó, me conmovió vuestra puesta en escena, y desde luego cuando el papel de María adquiría protagonismo... me fascinó.


De verdad, no tengo boca con que agradeceros vuestra labor. Es de alabar que jóvenes de la Diócesis os entreguéis de este modo.


Gracias de todo corazón. Os aseguro que en las cuaresmas futuras tenéis un nuevo fan. Sin duda no seré el único que acudirá a veros. ¡¡Contáis todos con mi afecto y oración!!

Jonathan Méndez 

Testimonio de Paloma López

Recuerdo mejor lo que sentí que lo que vi y escuché aquella tarde de amistad y oración, servicio y confusión, traición, negación y misericordia, entrega y perdón; de AMOR, luz y música en la historia de Quien es la Vida de mi vida. Hace cinco años. 

Fue un regalo, una invitación de Dios en la voz de alguien que está lleno de Él, de todo lo que ama y transforma y que hace Su Palabra puente y acción de gracias. Alguien que es importante para mí porque el tiempo compartido me lo ha vestido de esperanza y misterio, de confianza en la providencia de Dios y en la ternura con que su Espíritu nos inspira.

Desde entonces he visto el musical cinco veces y podría verlo cinco mil veces más (no, no exagero). Una de ellas fue en mi pueblo porque después de ver lo que hacían, lo que decían y de qué manera, decidimos que ¡tenían que venir!.

Él, que hace nuevas todas las cosas, transforma la vida y el alma valiéndose de un grupo de corazones generosos que ponen su voz a la Verdad que nos habita y sigue muriendo hoy para que nosotros, tan olvidadizos, recordemos que nunca estamos solos y que hay un corazón con la puerta abierta para que entremos y nos sepamos perdonados y libres.

Es Dios en cada gesto, en cada voz, en cada palabra y sentimiento. Dios en el silencio y el dolor, en la luz y en la certeza de que el amor siempre vence y la muerte, con él, también es vida. Es Dios todo el tiempo en cada uno de los que se hacen canción, poniendo su voz y rostro, su fidelidad y servicio a disponibilidad de la voluntad de Dios y de nuestro deseo de encontrarnos con Él. Es Dios saliendo al encuentro y ellos mostrándonos cuál es el camino, ubicando nuestra vida, viviendo lo que predican.

Sois un tesoro que ojalá muchos puedan encontrar.

Muchísimas Gracias 

Paloma 

Testimonio de Paqui Blaya

Cuando uno escucha la palabra "musical" piensa: se van a tirar la hora cantando y nos harán pasar un buen rato. ¡Me equivoqué! No porque no cantasen o no lo pases bien, si no por todo lo que me hicieron sentir.
En el momento de la primera escena me estremecí, porque hoy en día quién no tiene alguien con ese tipo de problemas cerca de él. Desde ahí, todo iba a peor en mi interior: me dolía el pecho, sonreía, lloraba, me compadecía... ¡Fue un cúmulo de sentimientos que no podría explicar! Pero cuando pasó camino del Pretorio Jesucristo con la cruz y cayó por primera vez, estando en el coro pensé en bajar corriendo a ayudarlo. ¡Ahí era un mar de lágrimas! Empaticé tanto con el musical que parecía que Jesús estaba frente a mí mostrándome aquello que había hecho por todos los hombres para salvarnos. Y comprobé que todos esos problemas que tenemos hoy en día son mucho mas llevaderos sabiendo que Él no nos abandona y que dio su vida por nosotros. Además tuve la suerte de tener a dos niñas de Comunión conmigo viendo el musical. Estuvieron atentas a todo, disfrutando tanto como yo y sufriendo cada vez que Jesús lo hacía. Al acabar me dijeron: "LO ÚNICO QUE QUIERO AHORA ES BAJAR Y ABRAZAR A JESÚS, PORQUE AL POBRE LO TRATARON MUY MAL CUANDO ÉL ERA MUY BUENO". Eso no tiene precio.

Gracias a todos y cada uno de los miembros del musical por trabajar como lo hacen, por hacer que empaticemos con ellos y que parezca que formamos parte de la actuación, y por hacer que recordemos que Jesús sigue muriendo hoy y cada día por nosotros, sin separarse en ningún momento de nuestro lado.
Paqui Blaya

Testimonio de Paco Ruiz

  Enhorabuena chicos. La obra me ha gustado bastante, sobre todo por el mensaje que quisisteis transmitir. En este mundo que vive sin esperanza ante cualquier sufrimiento que acontece, el mensaje de la obra ayuda a vivir y a encontrar sentido a tanto sufrimiento humano. Un sentido que sólo en Cristo se puede hallar. Esto la sociedad de hoy no lo conoce y es una pena porque las personas viven, como zombies, muertos vivientes, sin ilusión y sin esperanza.

   También tocasteis muy de lleno el significado de lo que es la Semana Santa. La Muerte, Pasión y Resurrección de Cristo, es decir, lo que es la vida del hombre y de la mujer en la tierra. Todos pasamos por nuestras pasiones, que son nuestros problemas y aquello que nos hace sufrir. La muerte, que es como estamos cuando no entramos en la voluntad de Dios y pecamos, entramos en una muerte profunda y luego la Resurrección. Cristo tiene el poder de rescatarnos de esa muerte y sacarnos a una vida nueva, a ser personas nuevas, a poder aceptar los problemas y sufrimientos tal como nos vienen, a poder coger nuestra Cruz y no huir de ella, a enfrentarnos a nuestra vida, a nuestra realidad por más que no nos guste y vivir en paz, con alegría y esperanza.

     Buena puesta en escena y buenas voces de todos los protagonistas. Me ha ayudado a poder comenzar con ánimo la Semana Santa.

       Un saludo.                     
Paco Ruiz

Testimonio de Eva M. Rabasco

Un placer disfrutar por segunda vez este espectáculo.
La forma en que te envuelve la historia. Cómo de forma sutil te lleva a revivir la Pasión de Jesús, algo que sobradamente conoces pero, que olvidas el resto del año, donde el ruido disfraza esos detalles que deberían acercarte, pero que te alejan de Dios.

Te sientas a esperar que comience la función. Has llegado inmersa en tus preocupaciones, reflexiones, dudas, miedos, tristezas... con el bagaje del día a día que te oprime el corazón. Acaba y, sorprendentemente, una paz inexplicable te invade, confianza, seguridad, alegría... ¿Qué me pasa? ¿Acaso han desaparecido las preocupaciones desde mi llegada?... Inevitablemente, siguen ahí.
Pero mi corazón ya no está encogido. 
¿Ha desaparecido esa carga, esa Cruz que traía conmigo? No...
La Cruz que Jesús cargó en cada escena no era la Suya, sino la Mía.

¡Gracias por recordarmelo!
Eva M. Rabasco

Testimonio de Fernando Alegría

El musical de la pasión…bueno,… cuando oímos la palabra musical hacemos alusión a una obra de teatro cargada de música, bailes,…sin más objetivo que el entretenimiento. Igual soy yo que no acostumbro a ver este tipo de cosas en directo, pero a mí me resultó espectacular, impactante, chocante. No he visto muchos musicales, pero seguro que no hay ninguno como éste. Este musical es, desde luego, único y especial, es de esos eventos que desde el primer momento te invita a sumergirte en él, y, aun sin quererlo, es inevitable sentirte tocado por el mismo. Yo personalmente perdí la noción del tiempo y del espacio, y, de alguna manera, me sentía como otro actor más involucrado en la trama de la obra. Se contaba una historia similar a la que podemos vivir cotidianamente, con personajes representando a personas que podríamos ser nosotros mismos. Por otro lado, las escenas de la pasión estaban cargadas de sentimiento a la vez que rebosaba emoción por doquier. Desde mi sitio, viendo esas escenas de primera mano, podía sentirme partícipe en el dolor y el miedo de Jesús así como en la angustia de su madre. Era como vivir la Semana Santa en tan solo un par horas de forma tan natural y transparente que  uno podía sentirse convertido al terminar el musical.  A mí, personalmente, lo que más me gustó fue la escena del lavatorio de los pies, con la canción de “servidores sed” (desde siempre he tenido debilidad por esta canción), pero desde que empieza hasta que termina la obra no hay ni un solo momento desperdiciado. Es fácil palpar y absorber cada uno de los segundos de este musical, que invita al público a que vea este tiempo de conversión de una forma especial, brindando la oportunidad de reflexionar y pensar en el verdadero sentido de la Semana Santa.


Fernando Alegría

Testimonio de Ignacio Basterra

"Musical con MAYÚSCULAS"
Tenía ganas de haber visto el musical antes pero por unos motivos u otros no había tenido la oportunidad y sin duda he de reconocer que merece y mucho la pena. Es un gran gozo ver cómo un grupo de jóvenes dedican su tiempo y un gran esfuerzo en trasmitir a la comunidad cristiana y la sociedad el importante mensaje de que Jesús sigue muriendo hoy. Poder revivir la Pasión de Cristo y poder visualizar a los personajes que el Evangelio nos transmite en este periodo de Cuaresma es un regalo sagrado. Y además, que se acerque el mensaje desde el paralelismo de una historia real de nuestra vida cotidiana es lo que aterriza y hace llegar al corazón. Es imposible que produzca indiferencia la obra. Muchísimas FELICIDADES a todo el equipo por la gran labor realizada y os aseguro que nos veremos en próximos años.


Un saludo para todo el equipo

Testimonio de Antonio Murcia

Mi nombre es Antonio Murcia, tengo la suerte de trabajar para Cáritas y con personas inmigrantes, en el Programa de Casas de Acogida. Me gustaría agradeceros en nombre del equipo de Triunfadores, el cariño y el buen hacer que habéis puesto y vuestra colaboración para llevar este barco a buen puerto. La verdad es que ha sido para nosotros un placer y un honor compartir protagonismo con ustedes, en la maravillosa noche del 5 de marzo, que queda gravada en nuestros corazones. Creo que ya se dijo tras el aplauso final, y lo suscribimos, “NOS HABÉIS REVENTADO EL CORAZÓN”.

Con este acto habéis apoyado el “Taller Triunfadores”.

La misión del taller es facilitar el acceso al mundo laboral a inmigrantes en casas de acogida de Cáritas, para ayudarles a iniciar un camino de éxito hacia un futuro digno. Decidimos centrar esta acción en jóvenes ex tutelados por la Administración, chavales que llegan a España siendo menores de edad, y gozan de la protección de la Administración hasta el día que cumplen 18 años, entonces los acogemos en Cáritas y los acompañamos en su proceso de integración.


Es un programa de capacitación laboral, que tiene una metodología diferente, por tres aspectos innovadores:

  • “Los Triunfadores” hemos utilizado historias de éxito de personas inmigrantes, en primera persona, que han cumplido su sueño migratorio, para que les contaran a nuestros participantes que había sido determinante en sus caminos; creando referencias, espejos donde mirarse…


  •  “La persona como centro”, siguiendo lo que indica el modelo de acción social de Cáritas. Cada semana nos sentábamos los tutores con los chavales para ver y asesorar y evaluar las acciones que hacían los chicos en sus planes personales. Casa chico marcaba sus objetivos y lo que estaba dispuesto a hacer para conseguirlo.

  
  • “Beber de la Fuente”, como nos comentaba Víctor, el voluntario que ha guiado un poco todo este proceso. Si quieres saber algo hay que ir a beber de la fuente. Nosotros podemos hablar de cómo hacer un CV, o una entrevista, pero pensamos que era mejor invitar a especialistas. Así, nos pusimos en contacto con Dirección Humana, Asociación de Directores de Recursos Humanos de la Región de Murcia. Les pareció bien el proyecto, y esto dio lugar a la firma de un convenio de colaboración entre Dirección Humana y Cáritas Diócesis de Cartagena. La potencia de esta acción es que al final la persona, que en la realidad contrata o despide a gente, te dice lo que quiere oír, lo que quiere ver…


Lo hemos desarrollado en 2015, y estamos en pleno desarrollo del taller de 2016, y estamos muy contentos, en 2015 hemos conseguido:

Que Kaba pasara de ser un buen estudiante, a ser el mejor de su clase, el mejor de las prácticas que le ofrecía el Módulo de Transformación de Plásticos que estaba haciendo. Que supiera hacerse valer, que sumara para la empresa, y al fin que firmara un contrato tras las prácticas, de tres años.

Que Ridah, también destacara por interés y disposición en su curso de Electricidad, de manera que cuando le demandaron a su profesor una persona para un taller de productos electrónicos, pensaran en él y esté trabajando.

Que Al hadiji, tras escuchar a los profesionales de dirección humana en repetidas ocasiones que hay que conocer una empresa a la que se va a hacer una entrevista, cuando se le presentó la oportunidad de hacer una entrevista en una prestigiosa empresa del sector de la panadería, hiciera sus deberes, y cuando el entrevistador inició la conversación diciendo “esta es una pequeña empresa familiar”, Al hadiji le contestara: “¿Cómo que pequeña?, si tienen X tiendas, x empleados, trabajan con X maquinaria..”. Lo que enamoró al entrevistador, y le dieron el puesto a él…

Para nosotros, tres chicos entre veintitantos, es un gran resultado. Pero queremos mejorar, hacerlo mejor, por lo que les agradezco muchísimo, su colaboración.


¡¡Un abrazo!!

Testimonio de Pablo José García

"El evangelio siempre es nuevo" me dijo una vez un sacerdote, y este musical es un claro ejemplo de ello, ya que por muchas veces que lo vea, siempre consigue tocarme el corazón, consigue entristecerme al ver a María Magdalena cantar "Saliendo del pretorio" y emocionarme al oír "De mañana" y verla comprobar que el sepulcro esta vacío.

Pero mucho más importante, consigue acercarme al señor para mirarlo de frente y recordar que murió por amor, por amor hacia nosotros.

Más que un musical es una bella catequesis.

Un saludo.

Pablo José García Hernández.

Testimonio de Lope F. Nadal


Dar razón de vuestra esperanza (1Pe 3, 15) 


Con estas palabras de san Pedro quiero comenzar este pequeño testimonio de lo vivido durante años gracias al Musical de la Pasión. Y es que habéis hecho vuestras estas palabras, y estáis dando razón de la única esperanza que nos mueve, alienta y fortalece, que es Cristo.

Soy Lope F. Nadal, seminarista de quinto curso, del Seminario Mayor San Fulgencio. Mi testimonio no se puede quedar en el pasado sábado 27, va más allá. Hace ahora 6 años, cuando empecé a sentir cierta inquietud vocacional, este grupo de jóvenes representaron por segunda vez en mi pueblo este maravilloso musical. Cuando mi párroco me invitó a ir, mi pensamiento fue oponerme a tal proposición, pero al final decidí ir, y me dijo (mi párroco) unas palabras antes de comenzar la actuación; al final se cumplieron. Yo salí emocionado, llorando de alegría, de ver que nuestra esperanza sólo está puesta en Cristo, y que Él ha pagado por nosotros todo sufrimiento, dolor y también los gozos y alegrías. Fue un momento para seguir discerniendo lo que Él quería de mí.

A partir de ese momento, han sido 5 veces las que he podido disfrutar de este Musical; y cada vez he descubierto algo nuevo. Mueven el corazón, le hacen que palpite cada minuto, nos hacen contemplar el Amor; amor que Cristo ha tenido con nosotros y que tan bellamente expresan estos jóvenes en el Musical.

El pasado 27 de febrero, en Bullas (mi pueblo), tuve la oportunidad de volver a revivir ese entusiasmo, de mover mi corazón, de conmoverme al encontrarme de nuevo con el cúlmen de nuestra fe. Sólo tengo palabras de agradecimiento para cada uno de vosotros; hacéis que nuestra Cuaresma sea una auténtica preparación para la Semana Santa. Sin duda, sois instrumentos del Señor, para servir de cauce ante tantas personas que no saben dar razón de su esperanza. Seguid así, Dios bendiga vuestra labor y a cada uno de vosotros. Mil gracias por todos los momentos, gracias por hacer que se nos caíga alguna lágrima de emoción al veros. No os canséis de mirar al Crucificado y ver lo que os dice. Y a los que lo leeis, ¿acaso queréis perderos este sencillo, pero apoteósico, Musical?

Testimonio desde La Copa en Bullas

Testimonio de ANA ISABEL ESPÍN FERNÁNDEZ, catequista y colaboradora de las Parroquias de Nuestra Señora de la Consolación de La Copa y Nuestra Señora del Rosario de Bullas.

            Transmisión. Esa es la palabra que, para mí,  resume el Musical de La Pasión.  Las escenas protagonizadas por personas maravillosas transmiten una vivencia de fe, de esperanza, de caridad, de AMOR.  Los actores no son meros profesionales que interpretan un papel con más o menos acierto, no. Son humanidad, sencillez, dulzura que transmiten al espectador una fe viva. Una fe que es vivida diariamente en sus parroquias, en sus familias, en sus vidas.

            Desde la primera escena el que está sentado en la butaca no se queda indiferente, cualquiera se siente identificado por la enfermedad de algún “David”; por el sufrimiento de algún “amigo”; por la desesperación y el dolor de alguna “Carmen”; por las crisis de fe del que se cree “buen cristiano” viviendo todos los días un Domingo de Ramos. Canción a canción, imagen tras imagen el espectador va sintiendo el calor en su corazón, las lágrimas cayendo sobre las mejillas y dando gracias a Dios por su Amor infinito.

            Asistir a esta representación es ir a meditar, a encontrarte contigo y con el dolor del mundo, pero también es asistir al más bello triunfo del AMOR,  a ser testigos de Jesús que con su muerte nos da la vida y la esperanza para seguir adelante.

            Desde estas tierras altas de la Diócesis de Cartagena os deseo mucha fuerza para seguir con esta obra de oración y fe.  Los que estáis detrás de esta empresa sois muy grandes, Dios está en vosotros. Gracias por vuestra labor.


Testimonio de Ana Isabel García

Para mí hablar del musical La Pasión es hablar de momentos.

Conocí este momento de oración intensa a través de una de las personas con las que ahora lo comparto tras el telón.

Lo viví y lo vi en su día con ilusión habiendo oído maravillas del musical. Poco a poco fui reconociendo a algunas de las personas que participaban en él y sorprendiéndome también de las nuevas que veía ante mis ojos.

Quién me iba a decir a mí, que en el momento donde creía que no podía abarcar más, se me iba a ofrecer la oportunidad de participar en la nueva gira 2014 y en el papel de María, Madre, un símbolo de amor, de paciencia, de ternura y espera. ¿Cómo iba a conseguir, apenas intentar, transmitir todo lo que nuestra Madre significa? Pero sólo podía decir: Sí, hágase en mí, me pongo en tus manos para que obres a través de esta humilde sierva.

Y con fe todo llega. Poco a poco se fue haciendo todo más fácil: ternura, abrazos, una gran familia que te acoge y que te hace sentir que todo saldrá bien. Y sobre todo Él, pues es obra suya, actúa y se deja ver ante cualquier gesto, como en momentos de vía crucis donde mi propia madre lee la estación: “Jesús se encuentra con su madre”, y ves que no necesitas buscar para entender, que tienes ejemplos de amar hasta el extremo tan cerca… Sólo debes dejarte hacer.

Ya es el segundo año que participo junto a este grupo de grandes personas en este proyecto de Nuestro Padre. Todos somos importantes tras ese telón que se abre en Cuaresma; trabajamos en equipo, en familia, sintiéndonos enormemente amados por Él.

Durante estas cinco semanas de oración se tiene la oportunidad de ver reacciones de la gente, algunas incluso de dolor, testimonios, corazones tocados por Él, sonrisas, lágrimas y esperanza. Momentos que te sobrecogen el corazón al ver cuán de grande es su obra.

Y así vas aprendiendo: ante la Cruz, desde las lágrimas de las jóvenes y las palabras del sacerdote, ante la luz que porta Jesús en sus manos en Pentecostés; y pides: “Padre, enséñame a amar de verdad, a amar sin medida, como solo tú lo hiciste; a sentir la alegría de la Resurrección y a beber del agua viva, para ser testimonio de ella por Ti”.


Gracias por cada día, por cada musical vivido, por cada alma que reza con nosotros, por cada regalo, por poder ser instrumento, seguir aprendiendo y poder decir: “Hágase en mí”. 

Testimonio de Juanjo Vivo

“Hasta ahora la fe ha sido como un Domingo de Ramos”: eucaristías multitudinarias, campamentos divertidos, reuniones de equipo llenas de proyectos, una intensa actividad parroquial… De pronto aparecen desde el fondo del pasillo Jesús y sus seguidores de una forma espectacular, palmas, cantos y bailes, ¡SHALOM! Jesús es llevado a hombros. Me sobresalto y me emociono a la vez.

Pero todo se viene abajo: enfermedad, malentendidos, enfados, envidias, desmotivaciones, desprecios, aislamiento. Estoy solo, camino con miedo y dudas sobre la cuerda floja de la soledad, de la incomprensión. Quiero hacer lo que otros, buscar otros domingos de ramos y dejar de lado la pasión que se me echa encima. Huir. Empiezo a dudar porque no te veo, pero intento aguantar. Me tambaleo y, cuando al fin voy a tirar la toalla, miro atrás y advierto que en mi camino faltan un par de huellas: “yo te sostenía en esos momentos”.

 ¡Qué suerte tener una persona al lado que te oriente, que te aliente, que te ayude a entender estos momentos! Algunos encontramos a esa persona en este musical, haciéndonos los destinatarios de las palabras del sacerdote (gran interpretación), encontrando el consuelo que nuestras circunstancias nos niegan.   

Pero ¿por qué hay que llegar a este extremo?

Caes en tu camino al Calvario y más de uno tiene (tenemos) la tentación de levantarse de su asiento y coger su cruz, de arrebatar el látigo a ese romano y hacérselo tragar. Tú también eres tratado injustamente, nadie sale en tu defensa.

Y María sujetando a su hijo muerto a los pies de la cruz…, y yo lloro con ella por Jesús, por mis propios enfermos, por mi familia, por mis propias miserias, por mi hijo, por los que se han quedado en el camino.

Por fin el Ángel anuncia a las mujeres: “no busquéis entre los muertos al que está vivo”.

Florece el campo y vuelve la primavera de la vida, el sentido de nuestro trabajo y te das cuenta de que hiciste bien en no tirar la toalla. Lo sientes a tu lado, dentro de ti. Tienes la certeza de que “… yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Escucho y entiendo que “no estás solo, nunca estás solo”.

Precioso y necesario retiro de oración que intento vivir cada año con vosotros y, que cada año, adquiere un sentido diferente y actualizado en mi propia vida; curiosamente, este año más que nunca. Me parece increíble la manera en que recreáis cada escena, como cuidáis cada detalle, cada gesto, cada palabra. Se nota en ello mucho trabajo y buena relación entre el numerosísimo equipo, una verdadera gran familia a la que admiro y respeto. Y sobre todo el inmenso amor por Jesús de Nazaret que transmitís.  

Muchas gracias, Juanjo.

Testimonio de Pepa Santos

Siempre he vivido este musical como espectadora. Un alma anónima en el público, emocionada ante cada canto, ante cada gesto, ante cada latigazo...

Año tras año acudiendo fiel a su representación, como el sediento que necesita agua para calmar su sed. Y es que siempre lo he vivido como una auténtica catequesis, como una puerta para abrir en mí el mensaje de Jesús y contagiarme de la fuerza y entrega de su Madre, María.

Pero este año ha sido, si cabe, más especial. Mis hijas se han embrujado con la magia que irradian, quienes forman parte de él, y el musical en sí mismo. Han participado como parte del elenco y ellas me han arrastrado a mí. 

En la última representación en Caravaca, me atrevo a formar parte del cortejo que aclama a Jesús en su entrada en Jerusalén. Voy cogida de la mano de mi hija Marta, mientras en la otra agito una palma. Detrás de mí va Mariano, sabiendo que se encuentra feliz de verme aquí. Mi hija María prefiere estar en la mesa de sonido, con Conchi, como ella dice. Toda mi familia formando parte de la representación.

Cuando llego al escenario y me giro, siento que retrocedo 2000 años: me encuentro en Jerusalén viendo llegar hacia mí a Jesús de Nazaret y tengo la certeza de que no quiero irme de su lado. Quiero compartir con Él su Última Cena, acompañarlo al Monte de los Olivos a orar, limpiar su sangre con mi manto cuando cae camino al Calvario, llorar al pie de su Cruz y emocionarme ante su Resurrección.

Me siento afortunada por haberme enriquecido con esta experiencia, y no quiero dejar de dar las gracias a todos los que formáis parte de este musical, por lo que hacéis. Recordad que sois instrumentos en manos del Señor.

Testimonio de Charo, hermanita de la Asunción

UN DÍA CON VOSOTROS… GRACIAS

Ya ha pasado una semana y vosotros ya habéis finalizado las actuaciones de este año… No me gusta lo de actuaciones porque no actuáis, vivís…

Aquel sábado, 14 de marzo de 2015, era el día señalado… Atrás quedó el esfuerzo del camino, la incertidumbre de qué pasaría, cuánta gente vendría, cómo dar publicidad, cómo y dónde acogeros… Atrás quedaron las dudas y las certezas que habían alumbrado la marcha hasta hoy. Ahora delante el sueño, la ilusión de Maica que me había empujado a decir sí, vale, pero implicando a los jóvenes de la Pastoral Universitaria, con Mónica, Katy, Gonzalo, Bea, Leanne…; con Kini y la parroquia de San Diego; con la gente de nuestra parroquia, San Francisco de Asís; con mi comunidad y la PJV de mi congregación, Marga, Judit, Marco, Alba, Antonio, Juste… Después de esto miré, y vi una gran multitud… (Apocalipsis 7,9). Nunca caminamos solos, la fe es una larga marcha colectiva en la que nos sostenemos, confrontamos, animamos… nos salvamos, siempre con otros, siempre con el Otro.

La comida juntos me trajo el recuerdo de aquella Última Cena de nuestro Maestro, sí y comencé a entender… Vuestra manera sencilla de situaros, de insistir en poner vosotros las bebidas (sino te lavo no tienes nada que ver conmigo… Jn 13,8) y lo que me hizo entrar en la calidad de vuestro seguimiento de Jesús, de la verdad de lo que luego os oí cantar o decir fue un pequeño detalle: cuando os preguntamos quién era quién en el musical, eludisteis la pregunta y vuestra respuesta fue algo así como “todos estamos en esto, a unos se nos ve y a otros no, pero todos somos necesarios, importantes para que el musical salga adelante”. Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros (Jn 13, 12-14). Sin esta comida juntos no me habría sabido igual el musical… Anunciamos lo que vivimos por dentro, lo que llevamos en nuestro corazón… Anunciáis la sencillez y servicio de nuestro Maestro, la alegría y la pasión por Jesús. Anunciáis en comunidad y no a vosotros mismos. Gracias.

Y luego llegó la hora… ¡Y todos a sus puestos! Vosotros preparados para salir al escenario y nosotros preparados para acoger a quienes vinieron… y las puertas se abrieron… Contemplaba la gente que hacía cola para entrar, la alegría de los encuentros, “los acomodadores de sala” bien atentos, las que rompían amablemente las entradas, los que indicaban por donde… Cada cual en su puesto, responsable y contento de contribuir a algo más grande que nosotros mismos… Y es que todo parecía una parábola del Reino… Ojalá el mundo se pareciera a este momento, cada cual con una misión que hacer que le hace feliz, el mundo como una gran sala en el que todos cabemos, en el que nos ayudamos a sentarnos, en la que celebramos la muerte y la vida…

A la mañana siguiente, el primer día de la semana, vosotros ya no estabais pero yo os lo cuento… en el pequeño oratorio de mi comunidad, nos reuníamos 11 personas (muy simbólica también la cifra) para orar con lo que habíamos vivido de vuestro Musical. Nos había llevado por diferentes caminos a encontrarnos con Aquel que vive en medio del sufrimiento de un cáncer, de la muerte de un ser querido, del amor que hace traer musicales, de vuestra vida cotidiana puesta al servicio del evangelio de esta manera, de los porqués… Gracias por habernos ayudado a ir a Jesús, muerto y resucitado, Señor de nuestra Historia, pasión de nuestra vida.

Unas gracias muy especiales porque habéis contribuido a que alguien cuando todavía estaba oscuro… viera quitada la piedra del sepulcro y echara a correr (Jn 20, 1-2). Un año más tarde se ha sellado el encuentro.

Estos días sigo cantando…o mejor dicho, me va cantando: para el amor no debe existir medida…

                                                                       Charo, Hermanita de la Asunción
                                                                       Comunidad de Cartagena

Testimonio María Jesús Ferrández Cámara

No puedo resistirme a escribir unas palabras sobre el musical de La Pasión. Este año ya ha acabado, en este caso en Caravaca y nos deja cargados para vivir la Semana Santa.
Hace cuatro años lo vi por primera vez en la parroquia de San Benito de Murcia y me sobrecogió, pensé ¿cómo es posible que un grupo de jóvenes aficionados nos ofrezcan esa calidad en el escenario?
Hace dos años, a mis dos hijas les brindaron la oportunidad de participar en la representación de esta obra y ya lo he entendido todo. He tenido el privilegio de compartir con ellos muchos momentos en los ensayos, momentos de oración, de nervios, de dedicación, todos fuera del escenario, y tengo que deciros que son mucho más que un grupo de jóvenes, son una gran familia cristiana, una familia unida por el Amor de Cristo, que vive según los valores del Evangelio y es esto lo que nos transmiten musical tras musical.
No son meros intérpretes del mejor testimonio de Amor de la historia, son auténticos seguidores de Jesús y así lo manifiestan con su acogida, su ternura, su alegría, su esperanza, su Amor está en ellos. Y si ya son grandes como personas, en el escenario se crecen, y lo hacen para hacernos crecer a nosotros, a los que vamos expectantes a pasar un rato agradable, a ver qué pasa. Pues sí pasa y mucho, porque desde el principio nos envuelven con sus cantos, sus palabras, sus gestos y ese mensaje de Amor, sufrimiento y Vida nos toca en lo más profundo de nuestro corazón.
Por ello y por todo mil gracias, por estar ahí, por esa familia que formáis, por haber conseguido que sintamos más cerca a Jesús, en nuestro corazón. Deseo que la Semana Santa sea para todos un momento para encontrarnos con Él y siendo sus seguidores demos testimonio de su Amor.
Mil gracias.

Testimonio María López

Fui a la función del Musical La Pasión "Jesús sigue muriendo hoy" de rebote. Ni siquiera había comprado entrada y la conseguí en la puerta de pura chiripa. Acompañada por mi amiga Rocío y su novio David, personas discretas donde las haya, para mi sorpresa nos pillamos sitio en segunda fila, en una Iglesia completamente abarrotada. 

Yo no había mostrado interés en asistir porque me extrañaba no conocer a la compañía que la representaba, (yo soy profesional del sector y nos conocemos todos) y estaba bastante decepcionada con los espectáculos amateur que había visto recientemente. 

Al entrar a la Iglesia, como es habitual en mí, lo primero que hice fue ir al baño. Allí coincidí con parte del reparto, que estaban preparándose para actuar, y mientras esperaba para poder entrar, en la cola, estaba esperando también María de León, una de las actrices en este musical y conocida de vista por ser vecinas del pueblo y por pertenecer al mismo gremio profesional (como ya he dicho, nos conocemos todos). Movida por mi curiosidad, de formación profesional y por mi escepticismo no me pude contener en preguntarle ¿pero esto quién lo hace? ¿no son profesionales, verdad? Su respuesta confirmaba mis sospechas y me reafirmaba en mi actitud apática hacia lo que estaba por ver.

Comenzó la función. Y terminó la función. 

Como espectadora y como profesional tengo que decir, que yo no catalogaría este musical como amateur, aunque sus integrantes sí que lo sean. El resultado es de nivel profesional, bueno he visto espectáculos profesionales mucho peores. La calidad técnica de canto está perfecta. Los actores principales encajan perfectamente en los personajes. El trabajo del equipo técnico; sonido, efectos e iluminación sin un fallo, La disciplina técnica del elenco (cambios de escena, comportamiento en escena,...) perfecta. La dirección en general, excelente y con el agravante de no trabajar con profesionales, el doble de mérito. Música y guión originales ¿sabéis lo que cuesta crear eso? Siempre hay cosas que se pueden mejorar, como en todo en esta vida, pero no puedo dejar de reconocer el gran mérito que tienen en base al resultado. Y todo esto sin entrar en el contenido, el mensaje, que es lo más importante. EL MEJOR POSIBLE. Y muy bien enfocado. Solo tengo una palabra que decir: CHAPÓ.