Testimonio de Charo, hermanita de la Asunción

UN DÍA CON VOSOTROS… GRACIAS

Ya ha pasado una semana y vosotros ya habéis finalizado las actuaciones de este año… No me gusta lo de actuaciones porque no actuáis, vivís…

Aquel sábado, 14 de marzo de 2015, era el día señalado… Atrás quedó el esfuerzo del camino, la incertidumbre de qué pasaría, cuánta gente vendría, cómo dar publicidad, cómo y dónde acogeros… Atrás quedaron las dudas y las certezas que habían alumbrado la marcha hasta hoy. Ahora delante el sueño, la ilusión de Maica que me había empujado a decir sí, vale, pero implicando a los jóvenes de la Pastoral Universitaria, con Mónica, Katy, Gonzalo, Bea, Leanne…; con Kini y la parroquia de San Diego; con la gente de nuestra parroquia, San Francisco de Asís; con mi comunidad y la PJV de mi congregación, Marga, Judit, Marco, Alba, Antonio, Juste… Después de esto miré, y vi una gran multitud… (Apocalipsis 7,9). Nunca caminamos solos, la fe es una larga marcha colectiva en la que nos sostenemos, confrontamos, animamos… nos salvamos, siempre con otros, siempre con el Otro.

La comida juntos me trajo el recuerdo de aquella Última Cena de nuestro Maestro, sí y comencé a entender… Vuestra manera sencilla de situaros, de insistir en poner vosotros las bebidas (sino te lavo no tienes nada que ver conmigo… Jn 13,8) y lo que me hizo entrar en la calidad de vuestro seguimiento de Jesús, de la verdad de lo que luego os oí cantar o decir fue un pequeño detalle: cuando os preguntamos quién era quién en el musical, eludisteis la pregunta y vuestra respuesta fue algo así como “todos estamos en esto, a unos se nos ve y a otros no, pero todos somos necesarios, importantes para que el musical salga adelante”. Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros (Jn 13, 12-14). Sin esta comida juntos no me habría sabido igual el musical… Anunciamos lo que vivimos por dentro, lo que llevamos en nuestro corazón… Anunciáis la sencillez y servicio de nuestro Maestro, la alegría y la pasión por Jesús. Anunciáis en comunidad y no a vosotros mismos. Gracias.

Y luego llegó la hora… ¡Y todos a sus puestos! Vosotros preparados para salir al escenario y nosotros preparados para acoger a quienes vinieron… y las puertas se abrieron… Contemplaba la gente que hacía cola para entrar, la alegría de los encuentros, “los acomodadores de sala” bien atentos, las que rompían amablemente las entradas, los que indicaban por donde… Cada cual en su puesto, responsable y contento de contribuir a algo más grande que nosotros mismos… Y es que todo parecía una parábola del Reino… Ojalá el mundo se pareciera a este momento, cada cual con una misión que hacer que le hace feliz, el mundo como una gran sala en el que todos cabemos, en el que nos ayudamos a sentarnos, en la que celebramos la muerte y la vida…

A la mañana siguiente, el primer día de la semana, vosotros ya no estabais pero yo os lo cuento… en el pequeño oratorio de mi comunidad, nos reuníamos 11 personas (muy simbólica también la cifra) para orar con lo que habíamos vivido de vuestro Musical. Nos había llevado por diferentes caminos a encontrarnos con Aquel que vive en medio del sufrimiento de un cáncer, de la muerte de un ser querido, del amor que hace traer musicales, de vuestra vida cotidiana puesta al servicio del evangelio de esta manera, de los porqués… Gracias por habernos ayudado a ir a Jesús, muerto y resucitado, Señor de nuestra Historia, pasión de nuestra vida.

Unas gracias muy especiales porque habéis contribuido a que alguien cuando todavía estaba oscuro… viera quitada la piedra del sepulcro y echara a correr (Jn 20, 1-2). Un año más tarde se ha sellado el encuentro.

Estos días sigo cantando…o mejor dicho, me va cantando: para el amor no debe existir medida…

                                                                       Charo, Hermanita de la Asunción
                                                                       Comunidad de Cartagena

No hay comentarios:

Publicar un comentario